El Festival de Deauville rinde homenaje a Kim Novak, el afable fantasma de "Vértigo"

En Vértigo ( 1958) de Alfred Hitchcock, Kim Novak era esa chica, la morena Judy, que acepta interpretar a una diáfana falsificación de Madeleine para fascinar al detective-espectador Scottie (James Stewart), destinado a convertirse en el testigo engañado de un asesinato disfrazado de suicidio. Al cruzarse con ella por casualidad en la calle, la maquilla según el simulacro con el que ha estado jugando: cabello decolorado, un moño, maquillaje rosa dorado, un traje gris. Así era también como actuaban los productores en aquella época, buscando rubias platino, a veces exprimiéndolas hasta la extenuación.
Tras haber entrado inadvertidamente en el cine, Kim Novak lo abandonó definitivamente a finales de los años sesenta y setenta, con algunas excepciones. A sus 92 años, estaba en Europa estos días, primero en el Festival de Cine de Venecia, luego en el Festival de Cine de Deauville (que continúa hasta el 14 de septiembre), donde la conocimos. Nos tiemblan un poco las piernas antes de ver a Madeleine, el fantasma mismo del cine, al acercarnos al Hôtel Le Royal, que adquiere un aire gótico: el cielo se oscurece y las gaviotas graznan al ritmo de la banda sonora de Los pájaros de Hitchcock.
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Le Monde